domingo, 31 de mayo de 2009

Terapia

Después de alejar los últimos aleteos del remordimiento, tras asumir un fin de semana sin trabajar, y de gastar el sábado entre la bicicleta y la playa, lo cual normalmente garantiza cansancio y relajación, oooootra noche sin dormir. A las siete he decidido levantarme definitivamente, después de intentar volver a las redes de Morfeo inútilmente durante varias horas. A las siete... creo que aún no habían puesto ni las calles. He encendido el ordenador y he visto a Lluís. Nem a la platja? A las 9:30 ya estábamos en Castelldefells. Han sido tres horitas de reconfortante conversación mientras él intentaba pasar de blanco leche a blanco café con leche y yo disimular mi moreno cebra. Hemos hablado de todo y de nada. Tiene las cosas muy claras y sabe escuchar. Me ha ayudado -otra vez- a poner en orden mis pensamientos... ¿o debería decir sentimientos? Parece mentira como algo tan aburrido como ir a la playa puede llegar a ser tan gratificante.

viernes, 29 de mayo de 2009

Cansado

Acaba una semana especialmente dura. A la vista tres días sin naaaaada que hacer. Estoy cansado, muy cansado. Hoy quería salir en bici, pero creo que voy a cambiarlo por un par de horas de sueño. Lo peor, la sensación de correr sin sentido. Lo mejor, que ya ha acabado, por lo menos durante este paréntesis. El fin de semana está ahí y tienen que pasar cosas buenas. Tienen que pasar. Y si no pasan, ya lo dice la canción...

domingo, 24 de mayo de 2009

El Congost de Montrebei

Ayer fuimos de excursión al Congost de Montrebei. Ya había estado hace unos años y lo recordaba muy bonito, pero realmente me sorprendió lo espectacular que está en esta época. Es en un día seminublado como el ayer cuando las fotos muestran todos los matices, porque no hay excesos de luz, se perciben más los detalles y se puede jugar un poco más con la cámara. En el caso del Congost se traduce en un contraste muy estético entre el rojizo de la montaña y el verde del agua y la vegetación. A la excursión fuimos Enrique, Xavi, Francesc, Anna, Pablo, Eva y yo. Me lo pasé muy bien. La mayoría de fotos están tomadas desde atrás, pero no es porque no pudiese seguir al grupo, sino porque no quería parar la marcha cada vez que hacía una foto. De verdad.


La excursión es de dificultad media y acabé cansado pero sin problemas: unos veinte quilómetros más o menos por lo que me dijeron. Empezamos sobre las 9:30 y acabamos sobre las 16:00, con las paradas de rigor para comer y disfrutar del paisaje. La verdad es que se podía hacer en bastante menos. Hoy tengo las molestias típicas de estas caminatas: algo cargado de piernas y algún dolorcillo en la espalda. Aun así es muy recomendable, porque no es de esas salidas en las que tienes que hacer 10 quilómetros para disfrutar de algo muy bonito (un pico, una cascada, la nieve, etc...), sino que toda la excursión en sí es muy impresionante. La única pega es que fui con la reflex al cuello toda la excursión y mi espalda hoy se queja un poco. Y eso que me tomé algún que otro momento de relax, tal y como se puede ver en la foto que deja Xavi para la posteridad. Mamón. Fiel a su estilo, la hizo mientras conducía. Pabernos matao. Como detalle adicional, hay friquis que hacen esta excursión en bicicleta (incluso nos encontramos a un doble-suspensión, como sarada) pero esta empresa está reservada para hombre de verdad.

Una vez más, no sabemos ni lo que tenemos en casa. Si esto lo tuvieran en Islandia seguro que en las guías de viaje hablarían de paraíso por descubrir. Que levante la mano el que lo conocía antes de leer estas líneas...


sábado, 23 de mayo de 2009

Un día genial

Mi tía es una de las mujeres más fuertes que he visto nunca, pero en el último año ha tenido que doblegarse ante la enfermedad. Muy reacia a las demostraciones de sentimientos -creo que lo llevamos en los genes- y a hablar de su enfermedad, hoy me ha llamado para decirme que el tratamiento le ha ido muy bien y que no tiene que volver hasta agosto. Me he emocionado, por el fondo y por la forma. Me ha llamado sólo para explicármelo. Estaba radiante como hacía meses que no la veía. Volvía a ser ella. Hoy es un día grande.

domingo, 17 de mayo de 2009

Un gran campeón

Todavía recuerdo cuando Federer rompió a llorar después de perder por n-ésima vez con Nadal. Ver a Mirka Vavrinec, la mujer de Roger tapándose cara para no llorar ella también me impresionó mucho. Parecía el final de un gran campeón, pero hoy ha vuelto a ganar a Nadal, y cuando el periodista ha preguntado a nuestro número uno si había pagado las cuatro horas del partido de ayer con Djokovich, Rafa ha contestado: "Yo creo que he pagado que el otro ha sido mejor que yo". ¡Felicidades, Rafa! Esto te hace más grande que haber ganado el torneo...

martes, 12 de mayo de 2009

¿Vacaciones?

Hoy he hablado con mi prima. Parece que entre sus estudios, su trabajo, su casa y su blog ha encontrado algo de tiempo para planificar sus vacaciones. Igual que los últimos veranos, pasará un mesecito perdida con su pareja recorriendo con un todoterreno y un par de cámaras algún país africano de nombre impronunciable. Después de recuperar el tono sonrosado de mi piel, limpiar el charco de babas y conseguir que mis dientes recuperasen su tamaño normal, he intentado responder a su pregunta: ¿Y tú? ¿Te has decidido?

Eso me ha hecho pensar. El año pasado por estas fechas ya tenía cerrado el viaje a California. Eran otros tiempo, otra situación, tenía urgencias que cubrir. No podía permitirme un verano en blanco, tenía que convencerme de que mi vida era tan interesante... En aquella época divagaba convulsivamente entre la reflex, las pesas, la montaña y la sensación de haber perdido el tiempo. Y en esa situación fui yo el que tiré y tiré de Enrique hasta convencerle. Este año es diferente. A pesar de que me han propuesto hacer el camino de Santiago y la vuelta a Islandia en bici y me apetecen mucho cualquiera de las dos, espero y no muevo ficha. ¿Por qué espero? Ahora ya lo sé.

domingo, 10 de mayo de 2009

Y la verdad

es que te quiero en el olvido
pero tu amor es como un vicio
que ya no quiero dejar,
y aunque sé que cada día me lastimas
cada beso es una espina que se clava
más y más...

sábado, 9 de mayo de 2009

Estoy completando

mi metamorfosis a metrosexual. Un poco tarde, ya lo sé, porque eso se llevaba en los 90 y ahora ya se llevan los hombre un poco menos suaves y un poco más viriles, tipo Hugh Jackman. El caso es que entre la bici, las excursiones y el sol, el fin de semana pasada me dejó la piel muy tirante, así que me puse todo lo que encontré por casa, que no fue mucho la verdad. Para colmo, acabé con un incipiente moreno paleta que no me gusta nada. Claro, esto no puede hacer más que ir a peor. Si salgo en bici habitualmente mi futuro es éste: cara, brazos y piernas cada vez más morenas, y lo de debajo del traje de teletubbie igual de blanco, así que, para intentar minimizarlo al máximo, como diría Pazos:

a) Me he comprado cuatro potingues para la piel.
b) Me pondré protector solar cuando salga con la bici.
c) Intentaré ir a la playa para intentar evitar el moreno paleta.

Y cuidao... que no saque la d)

Como de potingues varios no tengo ni puñetera idea le pedí consejo a mi vampiresa. Me recomendó una crema exfoliante y una hidratante de Vichy Homme. Exfoliante. Qué mal suena eso... Y en eso estoy, poniéndome cremitas, y la verdad es que los resultados se notan. A ver cuanto me dura... que me conozco.

lunes, 4 de mayo de 2009

Tengo un amigo que...

Siempre me ha hecho gracia esta manera de disfrazar nuestras preocupaciones para buscar el consejo de la gente que nos importa sin sentirnos vulnerables confesando lo que sentimos. Esta vez, y sin que sirva de precedente, es verdad: no soy yo. Pero en el fondo no puedo evitar sentirme muy identificado con él. Poner en un plato de la balanza estabilidad y en el otro ilusión y esperar que se mantenga en equilibrio es demasiado optimista. Él me lo explica con naturalidad, quitándole importancia, pero no puedo evitar decirle que no lo veo claro. No me gusta dar consejos: no soy quien para darlos y no creo que tenga suficiente sentido común para que sean útiles. Pero, aunque parezca una contradicción, veo claro que tiene la mirada limpia. Es un niño grande, y me gusta como piensa. Además, si decidiese apostar por poner unos gramos de más en el plato de la ilusión, tampoco le podría decir que me parece mala opción. Hace unos años un amigo, rompecorazones vocacional, seductor incorregible y en aquel momento maltratado por una mujer me decía que no cambiaba lo que estaba sufriendo porque si le dolía tanto perderla era porque la había amado en la misma medida. No lo entendía. ¿Sufrir por sufrir? ¡Qué tontería! El tiempo y la vida me han hecho entenderlo. Sufrir te da la medida de lo que has querido algo o a alguien. Y te lleva a sorpresas muchas veces: puedes recuperarte fácilmente de un mazazo que pensabas que sería definitivo, y luego quedarte tocado durante meses por algo trivial. ¿O no fue tan trivial? "Si sufro, me siento vivo. Quiero sentirme vivo" me decía. Y yo no le entendía. Sentirse vivo o sentirse seguro. Hay que escoger.

domingo, 3 de mayo de 2009

Islandia en bicicleta

Me lo propusieron el viernes, en la excursión a L'Olla de Sant Julià de Cerdanyola. El Alma Máter de estas salidas, aparte de mi amigo y promotor de mis actividades de montaña Enrique, es Francesc, un prodigio que corre unos 10 km tres veces por semana, y que sale en bici y hace montañismo de manera habitual. Como vive en Hospitalet -como yo- y habíamos quedado al otro lado de Barcelona con el resto de la expedición, le recogí en su casa y fuimos charlando en el coche. Ya sabía que le gustaba la bicicleta, y que en sus últimas vacaciones se había recorrido media Catalunya el solito, así que le invité a que viniese con los lalalá. Me dijo que se apuntaría, porque necesitaba ir preparándose para la vuelta a Islandia. Cambió de trabajo hace poco y todavía tiene que ver si en su nueva empresa le adelantarán las vacaciones de este año, pero ya me propuso acompañarle si al final iba. Tengo que reconocer que se me pusieron los dientes largos, pero largos larguísimos... Primero, porque por lo que me explica Enrique, Francesc es una persona que selecciona mucho la gente con la que va, y que me proponga unas vacaciones juntos hace que me sienta orgulloso. Segundo, porque estas oportunidades hay que aprovecharlas y ahora es un buen momento para algo así. Y tercero, porque hace un par de veranos fui a Islandia en un plan muy diferente -todoterreno, pareja, maletas y hoteles de cuatro estrellas en vez de bicicleta, amigos, alforjas y albergues- y fue espectacular. Volcanes, glaciares, cascadas, géisers, ballenas, focas, frailecillos... No me importaría volver (aunque tengo otros destinos prioritarios, como Nueva Zelanda), pero ir en bici implicaría entrenar, pero entrenar de verdad: no estoy preparado para diecisiete días a ochenta quilómetros diarios, y menos con Francesc, que es una máquina. No sé si lo haré o no. Supongo que todo se quedará en nada, pero con el cansancio y las agujetas que me dejó el viernes, hoy he hecho cuarenta quilómetros. Para entrenar, claro. Por si acaso. Que no me oigan los lalalá.

sábado, 2 de mayo de 2009

Deberes

Sábado. 13:13. Estoy en casa de mi tía, conectado al mundo gracias a la aportación desinteresada de algún vecino generoso con su conexión a internet. Jo, que cansado estoy. Entre el resfriado, que aún no he comido y la excursión de ayer, tengo sensación de decaimiento, o debilidad, que diría mi abuela. La excursión muy bien, algo fuerte para mi gusto, pero necesaria si se quieren ver paisajes como el de la foto. Para completar el cuadro, me he levantado pronto, porque he tenido que pasarme por la joyería para cumplir con mi deber de buen hijo y por la óptica para cumplir con mi deber de buen biker. Respecto al primero, he triunfado como la cocacola, pero claro, con mi madre, apostar por las joyas es ir a tiro hecho. Cuando me ha enseñado el primer colgantito y le he preguntado cuanto costaba, he tenido que aclararle que era "el hijo de la Puri", e inmediatamente hemos cambiado de liga. Creo que mi madre es cliente demasiado habitual. Al final me he decantado por una mezcla de oro blanco y rojo (no sabía ni que existía) y unos brillantitos que le dan ese toque que tanto le gusta. Se lo hemos dado ya. ¿Para qué esperar a mañana cuando puede ponérselo hoy mismo? Le ha encantado, claro. Respecto al segundo, he ido a mi óptica después de cinco años -vergüenza tendría que darme tanta dejadez- y me han revisado la graduación. Sólo me ha bajado 0.25 e astigmatismo en los dos ojos, así que no será necesario cambiar las gafas de ver. Después de todo, aún no parezco de los Manolos, ¿no? Otra cosa son las de sol. Hace tiempo que quiero algo un poco adaptado a la bici, pero que pueda utilizar normalmente sin parecer un neng. Al final me he decidido por estas. No he podido resistirme -aunque tampoco lo he intentado demasiado, para qué vamos a engañarnos- a semejante despliegue tecnológico al servicio de mi disfrute personal, y ya las he encargado. Una semana tardan...

Por cierto, este es mi post número cien. Hace poco más de un año empecé este blog para ir colgando fotos de una manera más personal que en un álbum web y porque, por qué no decirlo, tenía demasiado tiempo libre y necesitaba hacer cosas para no pensar tonterías. Ahora lo de las fotos es anecdótico y el blog se ha convertido en un espacio donde escribo lo que me sale, muchas veces sin sentido, y la mayoría de veces sin interés para el resto del mundo. Lo más sorprendente para mi es ver que hay gente que me lee asiduamente, que me reclama que escriba, y que me dice cosas bonitas sobre mi manera de escribir y lo que les transmito. Gracias.