martes, 30 de noviembre de 2010

¿Escorpión o rana?

Sí, ya sé lo que pensaréis: que decirlo ahora es fácil, que cuando gana no lo digo, que lo hago para evitar palos... Pero la verdad es que estoy encantado de que ya no me importe el fútbol. Supongo que no pasó ayer, pero fue ayer cuando me di cuenta. Aún recuerdo cuando me despertaba al día siguiente de que eliminasen a mi Madrid de La Champions, que en aquel momento aún se llamaba Copa de Europa, y, al darme cuenta, sentía ese sensación de angustia en el estómago. Me propuse una y mil veces que no me importase. Ser vulnerable ante algo tan trivial me daba mucha rabia. Aún así, ¿cómo conseguir que no te importe algo que te importa? Eso es equiparable a proponerse ser espontáneo. "No puedo evitarlo, es mi naturaleza", le dijo el escorpión a la rana. Ayer el Barça le metió cinco al Madrid. Yo estaba en casa trasteando con el ordenador y oyendo el griterío ambiental en cada gol del eterno enemigo. Y no me sentí mal en ningún momento.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Una semana en tiempos de crisis

Lunes. Llamo para reservar mesa para el sábado. Todo completo. Curioso, porque es un restaurante de 50 € por persona, para mi una ocasión especial. Finalmente consigo una mesa para las 23:00h.

Miércoles. Me dirijo al trabajo con la bici. Son las 7:00h de la mañana y la mayoría de jardines del lateral de Gran Vía hasta Plaça Cerdà y de Carlos III hasta el Corte Inglés rebosan agua y mojan toda la acera. Estamos a finales de noviembre. ¿Es necesario regar? ¿Es decente regar? ¿Es moral regar?

Jueves. Vamos a la cafetería a desayunar y me pido el café con leche de siempre. "¿Algo para comer?", nos pregunta la camarera con sorna mientras mira mi bocadillo. Uno de mis compañeros de trabajo, de los que siempre se queja del alquiler, de lo que gasta un niño en casa y de que no le suben el sueldo, le contesta:. "¿Me pones un brioche de jamón dulce y queso, una ensaimada y un café con leche?".

Viernes. Llamo a mi oficina de "la Caixa" para preguntarles por los bonos de la Generalitat. Me aconsejan invertir pero me advierten de que habrá prorrateo porque la demanda supera con mucho la oferta. Al final conceden menos del 50% de lo que pides. ¿Cómo puede ser que tanta gente compre bonos? ¿De donde sacan el dinero? ¡Si estamos en crisis!

Sábado. Estamos cenando. Los de la mesa de al lado hablan de la crisis y de lo mal que está la economía. "¿Qué te pasa?", me pregunta mi acompañante cuando ve que arqueo una ceja y sonrío bajando la mirada al plato. "No, nada, es que me parece curioso hablar de lo mal que está todo mientras firmas una cuenta de 100 €".

viernes, 19 de noviembre de 2010

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Farol

Como dice el chiste, en esta vida, para ser chulo, hay que tener dinero y cojones. Realmente no estoy de acuerdo del todo con la frase: al final no es cuestión de tener dinero, sino de no depender de él. ¿Que no vas? ¿Cómo que no? ¿Y si son tres meses en vez de diez? Creo que no llegaron a entenderlo. Hay cosas más importantes. O mejor dicho, hay cosas que son importantes de verdad. No, no iba de farol.