lunes, 22 de febrero de 2010

Adaptarse o morir

Más de lo mismo: la certeza de que pasará no evita que me decepcione cuando pasa. Me molesta tener que medir mis ideas para no entrar en otra discusión tipo A. Me molesta que la discusión acabe en ofensa o no poder tocar según qué temas. Me molesta tener que dar dos pasos adelante cuando sé con seguridad que dará un paso atrás.

Adaptarse sería aceptar que no es mi amigo. No adaptarse sería aceptar que dentro de una semana, un mes o un año volveré a meterme en la cama con el mismo enfado. La diferencia es que, esta vez, en segunda línea y ofreciendo un poco de perspectiva, está ella, que intenta relativizarlo para que no me afecte tanto. No creo que sirva de demasiado, pero tomaré nota por enésima vez e intentaré que no me vuelva a pasar, pero lo más probable es que no tenga éxito en mi empeño. Como dijo el escorpión a la rana: no puedo evitarlo, es mi naturaleza.

2 comentarios:

Yolanda dijo...

Si es que somos así de "memos". Si eso mismo nos lo hiciera cualquier otra persona, daríamos carpetazo sin pensarlo dos veces. Pero es un amigo y nos duele, nos escuece, nos cabrea en grado sumo....y seguimos adelante hasta que nos vuelve a pasar. ¿Recuerdas que una vez me dijiste que había que pensar cuántas son las cosas buenas que te aporta y las malas que te tocan las narices, ponerlas en una balanza y ver qué pasa? Ya te dije entonces que era muy, muy difícil hacer eso con los amigos y eso es lo que te ocurre ahora.

Hazme caso: te molestará y te dolerá siempre pero como dice mi hermana, más vale una vez verde que cien colorado. No te calles, dile lo que piensas. También te quedarás cin un cierto regusto amargo dentro y es posible que él se enfade mucho, pero a lo mejor, para la próxima, se lo piensa un poquito antes de tirar tanto de la goma.

Ah, y hazle caso a mi niña. Preocúpate por lo que merece la pena. Decía Platón que es necio temer lo que no tiene remedio. Y a estas alturas no vamos a contradecir a semejante figura de la filosofía. Un abrazo enorme, corazón.

lucalvago dijo...

Estoy de acuerdo en el primer párrafo (en lo de "memos"). En el resto de tu discurso no. Mis motivos:

1. Si cambio su manera de hacer o pensar no me vale. Igual que yo quiero mostrarme tal cual soy sin tener que ir con cuidado, no quiero que la otra persona tenga que hacerlo. El problema es la decepción porque creía que no era así, no que quiera que no sea así.

2. Ya sabes lo que pienso: hay cosas que no vale la pena explicar porque si no se entienden sin explicar no se van a entender por mucho que se explique. ¿De qué sirve descubrirle al lento la gracia del chiste cuando todos se han reído?

3. Sí que tiene solución, lo que pasa que no me acaba de gustar. Eso que siempre digo de que soy muy radical con parar estas tonterías, a veces no es cierto del todo :)