lunes, 28 de septiembre de 2009

sábado, 19 de septiembre de 2009

Homófobo o natural

Situación 1:
Vuelvo a mi sitio después de cinco minutos de relax:
- Ostras, acabo de ver a XXX. Qué afeminado, es espectacular.
- Hombre, no es tan afeminado, ¿no?
- Anda que no. Y es muy buen tío, hemos estado hablando un buen rato.
- Eso ha sonado bastante homófobo.

Situación 2:
Llueve y me he dejado el paraguas en casa, y tengo una reunión de pingüinos bastante lejos, así que le pido a una amiga que me deje el suyo. Mierda, es violeta. Como no podía ser de otra manera se pone a llover. Comentario de mi jefe:
- ¡Que paraguas más chulo! Pero mejor no lo saques en según qué sitios...
- ¡Que igual consigues lo que no buscas! (remata mi otro jefe)
- Bueno, o igual lo que busco, ¿no?
Silencio incómodo.

La primera situación me molestó bastante, tengo que reconocerlo. Que me tachen de homófobo me pone muy nervioso porque creo que no lo soy, y si es afeminado, pues lo es, ¿qué culpa tengo yo? De hecho, admiro muchísimo lo que se cuidan. Pues hazlo, me espetaba un amigo cuando se lo comentaba. Ya lo hago, pero nunca llegaré a ese grado de perfección en el bronceado o ese cuerpo tan trabajado. En el fondo no me importa lo suficiente para invertir tanto tiempo, dinero y esfuerzo. Supongo que lo del bodypump y la bici lo hago porque me divierte. La segunda situación fue muy graciosa, aunque igual no tenía que haberla provocado. Me gusta hacer malabarismos con la ambigüedad y que la gente me escudriñe intentando adivinar si hablo en serio o en broma. Y sé que no debería decir según qué cosas, porque condicionan lo que la gente piensa de mi. Y me importa, claro que sí. Al volver de la reunión le aclaré a mi jefe que el paraguas no era mío, y él me miró arqueando una ceja: claro, claro...

lunes, 14 de septiembre de 2009

Luz

Porque compré un libro que no tenía pensado comprar. Porque vi un jabalí. Porque la vi llorar por no querer dejarla pero no querer verla destruirse. Porque hice bodypump y todo empieza a estar en su sitio. Porque me aclaré un poquito más. Porque acabaron las fiestas... por fin. Porque me regalaron un móvil. Porque no la entendí... otra vez. Porque tuve guardia y no me llamaron. Porque fui a correr y me vuelven a doler las piernas. Porque me sigue doliendo que no lo entienda. Porque subieron a casa a tomarse un café. Porque no trabajé. Porque no la vi... porque no me vio. Porque vuelvo a tener los ojos abiertos. Porque sigo con las mariposas en el estómago... y no sé cómo quitármelas. Porque es el último fin de semana antes de volver a coger la bici. Porque. Porque. Porque...

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Remordimiento

Objetivamente no era trabajo mío y, como cada día, he salido a las seis cuando tenía que haber salido a las dos. La diferencia es que hoy estaban. Supongo que no había alternativa. Aún así, mi estómago me dice que no he cumplido. Y mi cabeza me dice que les he dado un argumento más. Esta sensación de ser la diana porque soy redondo y estoy colgado en la pared me mata. Supongo que soy yo, que veo fantasmas. Mañana volveré a estar en el trabajo a las siete o siete y media como máximo. Como máximo y como cada día. Soy un pringao.

martes, 8 de septiembre de 2009

Running

Segundo día saliendo a correr. La marca es bastante discreta, la verdad: algo más de dos quilómetros en unos veinte minutos. He llegado a casa extenuado, contento porque sigo entero y sin ningún dolor excesivo en ninguna parte del cuerpo, pero todavía dándole vueltas al cambio de ritmo. La verdad es que no le he visto venir y me he quedado quieto, con cara de tonto. De fondo me ha parecido oír el ta-ta-ta-taaaaaa. Supongo que, siendo rigurosos, he vuelto a ceder. Tengo menos credibilidad que un billete de mil duro: cambio de planes por n-ésima vez. ¿Me los cambian o los cambio y me convenzo de que me los cambian?

domingo, 6 de septiembre de 2009

Los tiempos cambian

Desde antes de las vacaciones le vengo dando vueltas a la idea de ir a correr un par de veces por semana. Me frenan mis rodillas, que siempre me dan más guerra de la que deberían. Ahora, tras un par de meses en los que he hecho bastante más deporte del habitual, tengo los cuádriceps más fuertes y, teóricamente, deberían molestarme menos. Hoy he salido a la búsqueda de sitios por donde correr sin pisar asfalto y me he encontrado con la agradable sorpresa de que en mi barrio no queda tierra. Aún recuerdo cuando salía a correr en la época de la universidad. Tampoco hace tanto tiempo... Donde antes había tierra, ahora veo cosas como un hotel de cinco estrellas, un Mediamarkt gigante, una universidad de medicina, un gimnasio de lujo o carriles bici, que por supuesto nadie usa. Para pisar tierra he tenido que entrar en un parque y, sinceramente, no me veo corriendo entre abueletes jugando a la petanca y papis que llevan a pasear a sus niños. Supongo que es parte del progreso.


sábado, 5 de septiembre de 2009

Tell me

Pensaba que volvería más tarde, pero al final ha habido desbandada y he llegado a casa a las siete. Demasiado tarde para planes de emergencia, he optado por la opción bodypump. Hace unos días conseguí tres nuevas releases y hoy he probado la sesenta y ocho. Impresionante. Después he buscado una de las canciones que más me ha impactado: What do you want from me, de Cascada. ¿Quien se resiste a acabar el track de espalda, con un tío de noventa quilos gritando "give me four mooooore!" con esta música de fondo?. Así estoy, que los remos triples me han matado. Y que conste en acta, vampiresa, que la letra es casualidad. De verdad.


Just tell me what do you want from me,
This is love in the first degree,
Tell me why, everytime I feel your eyes all over me.

Tell me what do you want from me,
Are you mad enough to see,
That its hard to cross the line,
Come on now, set me free.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Espectacular

El escenario, el intérprete, la música...