martes, 14 de septiembre de 2010

Responsabilidad

Creo que nunca había sentido esta sensación de responsabilidad. Es complicado explicarla porque no es tangible. No tiene que ver con nada que yo haya escogido, pero tampoco con nada que hagan los demás. Es como si me hubiese hecho mayor de golpe. Es como si la vida me hubiese hecho mayor de golpe. Ayer le explicaba a mi madre que no recordaba la voz de Paco, con lo que yo le quería. A mi madre se le escaparon las lágrimas. Creo que tengo el día tonto tonto... y que soy bastante poco hábil explicando según qué cosas a según qué gente.

2 comentarios:

Yolanda dijo...

Puntos de inflexión. La vida a veces te los tira a la cara y entonces te das cuenta de que estás cambiando o de que has cambiado ya. Y que lo que ayer parecía un mundo hoy no es nada. Y que el no recordar el tono de voz de quien te falta es como abrir un agujero bajo los pies. Yo ya no recuerdo la voz de mi madre y cuando la veo en vídeos y la escucho acabo siempre por llorar. Me alegra reencontrarte, mi rey, aunque sea en uno de esos días tontos.

lucalvago dijo...

Hola, guapa. Era una queja literal :-) Esta sensación de que tienes una lista de diez cosas que antes no tenías, de que tienes que hacer seis llamadas y visitar tres administraciones es hasta asumible. El problema es cuando ves te salen cosas nuevas de golpe. Lo tienes todo planificado y se te estropea el reproductor multimedia. Y encima te llega un certificado pidiendo más documentación. Y sólo te dan diez días hábiles. Cagüentoloquesemea... Por cierto, tu también estás ciberperdida: desde tu última entrada sobre Glarieiror, hace ya seis meses, no has vuelto a dar señales de vida. Venga, va, una concesión: el lunes acabé de ver "Robin Hood". Me gustó, y Russell más aseadito que de costumbre :)