martes, 17 de febrero de 2009

Las mejores frases de todos los tiempos

Jordi me lo vendió como un libro perfecto para el autobús: una recopilación de frases ingeniosas la puedes dejar en cualquier momento. Una vez leído -trabajo me ha costado- puedo decir que ese es el principal inconveniente que le he encontrado. El no tener argumento hace que pierda el quépasará que me obliga a abrirlo en situaciones inverosímiles. Así que me he pasado tres semanas para un librito de menos de 300 páginas. Eso sí, hay que reconocer las frases son muy ocurrentes:
¿Cómo iba yo a saber que el B-1 era un aeroplano? Pensé que serían vitaminas para las tropas. Ronald Reagan. Sólo pido a Dios que me envíe una señal clara: Como por ejemplo hacer un gran depósito a mi nombre en un banco suizo. Woody Allen. En realidad, sólo hace falta una copa para emborracharme. El problema es que no puedo recordar si es la que hace trece o la catorce. George Burns Me puse a dieta, juré que no volvería a beber ni a comer con exceso y en catorce días había perdido dos semanas. Joe E. Lewis. Jamás olvido una cara, pero en su caso estoy dispuesto a hacer una excepción. Groucho Marx

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jeje,... estos libros son muy apropiados para cuando el producto de nuestras digestiones tiende a desbordar su emplazamiento,... a cagar vamos!

Juanete,...

Yolanda dijo...

Este no ha caído en mis garras, aunque he leído alguno de corte similar. Soy incapaz de leerlos de corrido, los cojo de cuando en cuando, aunque luego viene bien para "aplicarlas" en situaciones concretas.... en voz bien alta. Tú ya sabes. Parafrasenado a mi bienamado Máximo: "Fuerza y honor" para lo que te aguarda.

Anónimo dijo...

Parafraseando a otro amigo mío, que antes de la acción se subia el cuello de la camisa, relajaba los hombros, movía la cabeza en circulos y se daba un puñetazo en el pecho... "deséale suerte a un guerrero".

¡Cuando daño han hecho las películas épicas! :-)