domingo, 22 de febrero de 2009

Suerte

...que no hay documento gráfico. ¡Vaya caída más ridícula! En el sitio más tonto, dificultad cero (pero cero patatero), charco enorme, caminillo de 40 cm con un pelín de pendiente... Ayayayaaaay mano al charco, pie al charco... ¡¡ Cagüentoloquesemenea !!

Después de recuperar la vertical me senté en una piedra, a masajearme el muslo (aún no sé con qué me dí) y a escurrir el guante y el calcetín. Reacción de Juanete: abrir la funda del móvil que llevo colgada en la mochila en busca de la cámara que él suponía que llevaba dentro. ¡Sois todos unos malas personas, siempre buscando magnificar y hacer públicas mis situaciones más embarazosas!

Pero me lo pasé muy bien. Quedé a las 8:00 en Gavà con él y con Jorge, su tío, y como llegué muy pronto, me di una vuelta por la rambla que hay delante de la estación. Curioso ver a los adolescentes vestidos de Vikingo, de Mario Bros o de Mariposa, mirándome con cara de tíodequevadisfrazao. Me daban ganas de decirles "pues anda que tú...". No dije nada: el índice de alcohol en sangre no les hubiese permitido adivinar de qué hablaba. A partir de ahí, subidas muy potentes, aunque relativamente cortas y llevaderas, combinadas con repechos y bajadas muy chulas. La parada técnica especialmente contundente. ¡Vaya peazo bocadillo de lomo con queso! Claro que me costaba subir luego :-)

En total 36 km, que sumados a los 32 del sábado y a los 35 del viernes justifican por qué tengo cargadas las piernas. No ha cambiado nada, pero después de la cura de sueño y de hacer mucho deporte, todo se ve de manera muy diferente. Supongo que ni era tan negro como el viernes por la tarde ni tan blanco como hoy. Debia ser gris... pero clarito.

5 comentarios:

Yolanda dijo...

Y más suerte aún que la espectacular caída no haya tenido lugar ante la manada disfrazada, porque si no..... Nada como un fín de semana de darle mucho a las piernas y poco al cerebro. Y DORMIR, que ya iba siendo semana. Besetes.

Anónimo dijo...

Yo, en mi magmánima equidad y al considerarme el único ser parcialmente objetivo que conozco, podría resumir que la mañana de autos, el protagonista único deste blog logró la loable proeza de cruzar un charco, posiblemente del tipo asesino cabreado, habiéndose zambullido en parte en él para satisfacer sus ansias de sangre y proteger así al siguiente ciclista de un accidente seguro. Los dos integrantes de la expedición que pasamos previamente no tuvimos hagallas para sacrificarnos, quizás por miedo a desasirnos de lo material o por no haber dejado bién atados nuestros asuntos en la civilización, y por ello nos sentimos culpables. Gracias ínclito Luís, héroe anónimo que jamás será reconocido ni novelado con la grandeza que te mereces.

Juanete,...

PacoPani dijo...

En esta ocasión no hay documento gráfico, pero yo tengo filmado el guarrazo que te diste en Collserola y puedo hacerlo público en cualquier momento...

Anónimo dijo...

Yo no me avergüenzo de nada. De nada. A partir de ahora me voy a llevar la cámara. Hay que contraatacar...

Anónimo dijo...

Ten cuidado con las cámaras que las carga el diablo!