domingo, 28 de diciembre de 2008

Lo siento

Ayer fue el entierro del padre de mi amigo. No me gusta hablar de esto, porque es algo muy privado y me da la impresión de que le robo un trocito de su intimidad. Pero tampoco quería pasar de puntillas sin comentar nada, porque es una persona que me ha demostrado mucho. Muchísimo.

Oirle leer en la ceremonia un resumen de su vida fue excesivo para mi. Precioso. Lloré por dentro. No sé si sabe lo mucho que lo siento. No sé si sabe lo importante que es para mí. Hay veces en las que doy por supuestos sentimientos que es necesario transmitir.

Hoy toca géminis rasante...

3 comentarios:

Yolanda dijo...

A veces damos demasiadas cosas por sentadas. Creemos que los demás saben cómo nos sentimos o lo que sentimos hacia ellos. Pero nos engañamos. A todos nos gusta que nos digan que nos quieren, que somos importantes, que contamos en el corazón de alguien. A todos nos gusta que nos den un abrazo sin venir a cuento, sólo porque sí. Y a todos nos cuesta tanto decir y hacer esas cosas.....He pasado por un trance similar hace poco, con el padre de un amigo de toda la vida. Jamás le había visto llorar hasta ese día y jamás me había abrazado como lo hizo ese día. No lloré por dentro, lo hice durante mucho rato y sin consuelo.

Tengo la lágrima bastante fácil, lo reconozco, pero me rompió el alma verle tan desvalido, tan necesitado de cariño. Esa mañana me cogió de la mano, me llevó de la cintura, me estrechó fuerte muchas veces porque decía que yo podía entender su dolor mejor que nadie después de lo de mi madre. Fué toda una revelación para los dos, creo.

Dile a tu amigo que te importa. Ahora te necesita más que nunca. No te apartes pensando que ésto tiene que superarlo sólo. Quizá no te lo diga, pero tú también significas mucho para él.

Un beso y buenas noches, corazón.

Anónimo dijo...

Lo sé, pero sigue siendo muy difícil. Un besito para mi asesora emocional particular.

Anónimo dijo...

Me remito a la canción: "dónde irán los besos que guardamos, que no damos..."