miércoles, 15 de octubre de 2008

La sonrisa de Voltaire

Sabe mi amigo Jordi, porque creo que puedo empezar a llamarle amigo, que quiero recuperar mis viejos hábitos de lectura, cuando el trabajo no consumía más tiempo del debido y cuando internet era más una afición que una adicción. Por eso me regala libros como este. "Es muy facil de leer", me dijo, "uno de esos libros que te lees de un tirón". Sabiendo que devora tres libros por semana, ¿qué debe significar para él "leerse un libro de un tirón". En esta segunda entrega de su Filosofía para bufones, Pedro González Calero sigue paseándose por la historia del pensamiento a través de las anécdotas de los grandes filósofos. Ameno, didáctico, divertido, fácil de leer...

[...] Una vez le dijeron a Diógenes que la vida era un mal. Éste le replicó: "No, vivir no es malo, lo malo es vivir mal".

[...] Al salir, Voltaire se encontró con unos lacayos del caballero de Rohan que lo apalearon sin misericordia, mientra éste, que presenciaba la escena desde su carruaje, voceaba: "No le peguéis en la cabeza, de ahí puede salir algo bueno".

[...] Esta misma creencia sería expresada con gracia muchos siglos después por un maestro de la tradición hasídica, Isaac Meir, cuando, siendo todavía niño, alguien le dijo: "Te daré un florín si me dices donde está Dios". Y Meir replicó: "Y yo te daré dos si tu me dices donde no está".

4 comentarios:

Yolanda dijo...

Tachán, tachán.... Heme aquí para facilitarte la ansiada y sabrosa receta de la moussaka griega, para que te chuper los dedos hasta los codos. Vamos al lío.
INGREDIENTES
6 Berenjenas grandecitas
Carne de cordero picada (pídele a tu carnicero que te deshuese un par de piernas de cordero y que te las pase DOS VECES por la máquina de picar carne)
1 Cebolla
1 Paquete de queso EN HILO (del que se usa para echar encima de la pasta, pero nunca en polvo)
Canela
Nuez moscada molida (la venden en botecitos ya molida o puedes comprarla para rallar un poco)
Pimienta negra en polvo
Sal
Aceite de oliva
1 Huevo

PREPARACIÓN
Pelar las berenjenas y cortarlas a lo largo (nunca a lo ancho) en lonchas como de algo menos de un dedo de anchas. Poner agua a hervir. Cuando hierva, añadir un poquito de sal y echar las lonchas de berenjena. Dejar hervir unos 8 minutos para que la verdura quede blandita pero no se deshaga. Sacar las lonchas y ponerlas en un escurreverduras para que suelten todo el agua posible. Reservar.

En una sartén grande poner un buen chorro de aceite de oliva. Cortar la cebolla en pedacitos muy pequeños y ponerlos a rehogar con el aceite. Cuando la cebolla esté un poco hecha, añadir la carne de cordero picada e ir removiendo para que se vaya haciendo paulatinamente. Verás que va cambiando de color. Muévela muy a menudo con una cuchara de madera para que no se pegue. En cuanto la carne esté hecha, empezamos a sazonar: primero ponemos la sal (a tu gusto, luego se puede corregir), después la pimienta negra en polvo (repartimos y espolvoreamos por encima de toda la carne pero sin pasarnos, que no queremos que pique); a continuación espolvoreamos también la canela y para finalizar la nuez moscada. No olvides remover bien despues de añadir cada ingrediente. Cuando ya tenemos todo esto echado, añadimos el sobre entero de queso en hilo y vamos removiendo para que se vaya fundiendo y mezclandose con la carne. En cuanto esté bien mezclado, quitar del fuego y dejar aparte en la misma sartén.

En otra sartén poner aceite de oliva en cantidad suficiente para freir. Cuando el aceite esté bien caliente, freir las lonchas de berenjena. Casi no hace falta dejarlas mucho tiempo, basta con que se doren un poquito. No vuelta y vuelta, pero casi. Irlas dejando sobre papel absorvente para que no queden muy grasosas.

Buscamos un recipiente que sirva para horno y que sea alto por los lados (como el del tiramisú). Ponemos una primera capa de lonchas de berenjena fritita y a continuación una capa de carne aliñada. Montamos como una lasaña las capas que tú quieras, pero siempre terminando con berenjena. Cuidado no te quemes, que la berenjena es muy traicionera. Precalentamos mientras tanto el horno. Una vez montada la moussaka, batimos el huevo y pintamos toda la superficie superior (o bien echas el huevo batido encima y lo vas repartiendo por todas las berenjenas de arriba. Metemos la fuente en el horno y lo dejamos unos 15 minutos a unos 180 grados.

Sacamos del horno, nos ponemos las servilletas al cuello ¡¡y al ataque!!. Además si te sobra, la guardas en el frigo y día siguiente basta con calentarla de nuevo al horno o en el microondas.

Ya me contarás. Espero que te sea útil y que te guste mucho (y a tus invitados tambien). Disfrútala a mi salud, querideke. Un beso.

Anónimo dijo...

Ostras, esto ya son palabras mayores. Aquí ya veo mucho ingrediente, mucho "reservar" y mucho "pedir al carnicero". No sé si estoy preparado gastronómica y mentalmente para plato de semejante envergadura. Por cierto... ¿dos piernas de cordero? ¿para cuantas personas es la receta?

Chas gracias, guapísima :-)

Juanete dijo...

Ep ex-compañero, que yo si que estoy preparado para probar esa musaca así que pídele a tu cortadordecarne preferido tres o cuatro piernas.

Por cierto, ya harás crónica del libro!

Juanete

Anónimo dijo...

¿Qué tal, Juanillo? ¿Cómo pinta el nuevo trabajo? ¿Ya has conseguido que tus nuevos compañeros te lleven tiramisú? :-) Ya voy por un poquito más de la mitad del libro, en cuanto acabe, actualizo este post con la reseña.