jueves, 23 de abril de 2009

Sant Jordi

Porque hoy era Sant Jordi. Quince días alejado de la vorágine comercial me habían hecho olvidarlo, pero los puestecitos de rosas en cada esquina me han devuelto a la realidad de golpe. Curioso como algo que aborreces cuando es obligado puede ser tan añorado cuando deja de serlo. ¡Qué bien sienta recibir un guiño de quien no esperabas nada pero esperas tanto!

1 comentario:

Yolanda dijo...

Siempre me ha parecido una tradición muy bonita. Rosas y libros, una combinación perfecta. De un año para otro hay cosas que cambian, pero seguro que cuando menos te imagines los puestos de rosas volverán a tener su sentido. Besitos.