sábado, 2 de mayo de 2009

Deberes

Sábado. 13:13. Estoy en casa de mi tía, conectado al mundo gracias a la aportación desinteresada de algún vecino generoso con su conexión a internet. Jo, que cansado estoy. Entre el resfriado, que aún no he comido y la excursión de ayer, tengo sensación de decaimiento, o debilidad, que diría mi abuela. La excursión muy bien, algo fuerte para mi gusto, pero necesaria si se quieren ver paisajes como el de la foto. Para completar el cuadro, me he levantado pronto, porque he tenido que pasarme por la joyería para cumplir con mi deber de buen hijo y por la óptica para cumplir con mi deber de buen biker. Respecto al primero, he triunfado como la cocacola, pero claro, con mi madre, apostar por las joyas es ir a tiro hecho. Cuando me ha enseñado el primer colgantito y le he preguntado cuanto costaba, he tenido que aclararle que era "el hijo de la Puri", e inmediatamente hemos cambiado de liga. Creo que mi madre es cliente demasiado habitual. Al final me he decantado por una mezcla de oro blanco y rojo (no sabía ni que existía) y unos brillantitos que le dan ese toque que tanto le gusta. Se lo hemos dado ya. ¿Para qué esperar a mañana cuando puede ponérselo hoy mismo? Le ha encantado, claro. Respecto al segundo, he ido a mi óptica después de cinco años -vergüenza tendría que darme tanta dejadez- y me han revisado la graduación. Sólo me ha bajado 0.25 e astigmatismo en los dos ojos, así que no será necesario cambiar las gafas de ver. Después de todo, aún no parezco de los Manolos, ¿no? Otra cosa son las de sol. Hace tiempo que quiero algo un poco adaptado a la bici, pero que pueda utilizar normalmente sin parecer un neng. Al final me he decidido por estas. No he podido resistirme -aunque tampoco lo he intentado demasiado, para qué vamos a engañarnos- a semejante despliegue tecnológico al servicio de mi disfrute personal, y ya las he encargado. Una semana tardan...

Por cierto, este es mi post número cien. Hace poco más de un año empecé este blog para ir colgando fotos de una manera más personal que en un álbum web y porque, por qué no decirlo, tenía demasiado tiempo libre y necesitaba hacer cosas para no pensar tonterías. Ahora lo de las fotos es anecdótico y el blog se ha convertido en un espacio donde escribo lo que me sale, muchas veces sin sentido, y la mayoría de veces sin interés para el resto del mundo. Lo más sorprendente para mi es ver que hay gente que me lee asiduamente, que me reclama que escriba, y que me dice cosas bonitas sobre mi manera de escribir y lo que les transmito. Gracias.

1 comentario:

Yolanda dijo...

Muy rechulitas las gafas, sí señor. Y más rechulito el regalo a mami, con hijos como tú lo del día de las mamis es un desparrame. Aprovecha el domingo para descansar, reponerte, curarte el costipado y dejarte mimar. Mano da santo para casi todo. Besitos.