domingo, 3 de mayo de 2009

Islandia en bicicleta

Me lo propusieron el viernes, en la excursión a L'Olla de Sant Julià de Cerdanyola. El Alma Máter de estas salidas, aparte de mi amigo y promotor de mis actividades de montaña Enrique, es Francesc, un prodigio que corre unos 10 km tres veces por semana, y que sale en bici y hace montañismo de manera habitual. Como vive en Hospitalet -como yo- y habíamos quedado al otro lado de Barcelona con el resto de la expedición, le recogí en su casa y fuimos charlando en el coche. Ya sabía que le gustaba la bicicleta, y que en sus últimas vacaciones se había recorrido media Catalunya el solito, así que le invité a que viniese con los lalalá. Me dijo que se apuntaría, porque necesitaba ir preparándose para la vuelta a Islandia. Cambió de trabajo hace poco y todavía tiene que ver si en su nueva empresa le adelantarán las vacaciones de este año, pero ya me propuso acompañarle si al final iba. Tengo que reconocer que se me pusieron los dientes largos, pero largos larguísimos... Primero, porque por lo que me explica Enrique, Francesc es una persona que selecciona mucho la gente con la que va, y que me proponga unas vacaciones juntos hace que me sienta orgulloso. Segundo, porque estas oportunidades hay que aprovecharlas y ahora es un buen momento para algo así. Y tercero, porque hace un par de veranos fui a Islandia en un plan muy diferente -todoterreno, pareja, maletas y hoteles de cuatro estrellas en vez de bicicleta, amigos, alforjas y albergues- y fue espectacular. Volcanes, glaciares, cascadas, géisers, ballenas, focas, frailecillos... No me importaría volver (aunque tengo otros destinos prioritarios, como Nueva Zelanda), pero ir en bici implicaría entrenar, pero entrenar de verdad: no estoy preparado para diecisiete días a ochenta quilómetros diarios, y menos con Francesc, que es una máquina. No sé si lo haré o no. Supongo que todo se quedará en nada, pero con el cansancio y las agujetas que me dejó el viernes, hoy he hecho cuarenta quilómetros. Para entrenar, claro. Por si acaso. Que no me oigan los lalalá.

2 comentarios:

Yolanda dijo...

Hombre, como cansado debe ser agotador, pero toda una experiencia. Eso sí, vas a tener que entrenar a cascoporro pero anímate, seguro que te diviertes y serán unas vacaciones diferentes, aunque ya conozcas el país. Nuevo viaje, nuevas experiencias, nuevos paisajes. Será lo mismo, pero no será igual. Un besito.

Mª Ángeles dijo...

Cualquiera de las dos opciones son buenas. Nueva Zelanda debe ser increíble. Puedes disfrutar como un enano haciendo fotos. Aunque ya te toca decidir, estos viajes se han de preparar con mucha antelación. No te lo pienses mucho.
Bicos.