sábado, 15 de noviembre de 2008

¿Por qué me siento bien?

Porque un compañero me ha dejado su bici para que la pruebe y me ha invitado a salir con su grupo de bicicleteros. Este es su segundo detalle de amigo. La gente que me conoce bien sabe que no utilizo esta palabra gratuitamente. El primero probablemente lo hizo inconscientemente y ni se dio cuenta. Yo sí.

Porque he vuelto a casa en bici y he llegado entero. Dicen que ir en bici es algo que no sé olvida. Claro que no dicen nada de subir a un bordillo en diagonal, de no hacer pie cuando frenas y llevas el sillín un poco alto o de la mala leche que te entra cuando casi te la das contra la papelera al intentar esquivar a los peatones insolidarios. Esto es como el chiste: llevo cinco minutos siendo blanco y ya odio a todos los negros. Pues lo mismo pero con peatones.

Porque casi tengo decidido el diseño del estudio, y estoy muy ilusionado. Y probablemente aprovecharé para poner el recibidor y la mampara del lavabo pequeño.

Porque acabo de hablar con mi abuela por teléfono y se ha emocionado.

¿Por qué no?

4 comentarios:

Pep ... però posa-li Angu, també dijo...

Eiiii!!!

Això ja és una altra cosa! Ja veuràs com a la que t'arreglis el teu pis començaràs a veure les coses d'una altra manera!

Pels mandriles la cosa molt bé i molt calmada ... que d'això es tractava!!!

Una abraçada ben forta i endavant les hatxes!!!!

Yolanda dijo...

Si ya lo decían los iluminados del Ikea: "redecora tu vida". Cambiar un simple sofá o comprarte una estantería nueva te da un subidón que, racionalmente, es difícil de entender. Me encanta verte feliz y que se te vayan acumulando las cosas buenas. Te las mereces todas.

Por cierto, me he acordado de tí cuando escribí el otro día en nuestra otra pagina virtual. He contado a los cuatro vientos lo de mi harén y hay algún masoca que se ha ofrecido a pertenecer, ja, ja... Y me acordé porque pensé que quizá podría hacerte gracia y que pasases cinco minutos con la sonrisa puesta.

Un abrazo fuerte.

Anónimo dijo...

Cachinlaporra!!!,... tu estrenando nuevo traje y yo aquí, tan lejos y tan cerca, cercenando la posibilidad de que nos fundamos en un abrazo con palmadas para celebrar ese bién estar. Luego desta reflexión mextraño y creo que nunca lo hubiéramos hecho pero me consuela saber que mi imaginación tiene menos tabúes sociales que mi Yo público.

Anónimo dijo...

Primer día de la semana y he llegado a casa a las nueve. Total, casi 15 horas fuera de casa. Y sin embargo estoy de buen humor: he comido con un amigo que no veía desde hacía mucho tiempo, he avanzado bastante con la m**rda del escaner y mis amigüitos me dejarán unos pantalones de ciclista y un casco para que no me compre nada hasta que vea si lo de la bici me gusta o no. Supongo que la semana pasada coincidió con una de mis fases géminis- depresivas... Y esta semana toca lo contrario :-) Por cierto, parece que sarada quiere meterse en una guerra que no podrá ganar...