jueves, 25 de junio de 2009

Ven y atrévete

Después de dos días vertiginosos en los que el insomnio injustificado parecía justificar lo injustificable, ayer me fui a dormir cuatro horas antes de lo normal con esa sensación tan característicamente geminiana de que nada tiene sentido: cansado, dolorido, avergonzado, manejable, inseguro... tonto. Siete horas de sueño no cambian la realidad pero sí la perspectiva con la que la miras: sigo estando cansado y dolorido; todo lo demás se lo llevó Morfeo. Vuelvo a estar en la cresta de la ola. Hoy el portátil se ha quedado en el trabajo y he salido anormalmente pronto. ¿Por qué? ¿Por qué no?

Ven y atrévete, sedúceme
Soy lo mejor que va a pasarte
Enrédame, conquístame
Ven y arriésgate


1 comentario:

Yolanda dijo...

Que le vayan dando al portátil y al horario de trabajo. ¡Estás en la cresta de la ola! Asi que a preocuparte de lo que realmente sea motivo de preocupación y a disfrutar de lo mucho que tienes. Besis.