lunes, 15 de junio de 2009

Divagando

¿Donde está la linea que separa la erudición de la pedantería? ¿Por qué te gusta demostrarme que sabes más que yo? ¿Crees que cuando te doy la razón es porque pienso que la tienes realmente? ¿Por qué asimilas mi ignorancia con falta de capacidad? ¿Qué ganas si me demuestras que eres superior a mi? ¿Por qué intentas anularme? ¿Me proteges o me escondes? ¿Por qué no intentas entenderme en vez de cambiarme? ¿Me quieres?

4 comentarios:

Juanete dijo...

En otro momento hablaremos de las diferencias entre entender y comprender porque lo que ahora toca es divagar. El ser social, gregario, necesita reconocimiento.... bla, bla, bla... le hablas a tu ombligo ínclito Luís! Resuélvete!

Juanete,... un chocolate caliente ahora no pero cuando quieras repetimos con sendas horchatas presidiendo!

Anónimo dijo...

¿Que me resuelva? Jaja, ¡Pídeme algo más fácil! Lo de las horchatas cuando quieras. A partir del lunes tengo jornada intensiva, que espero cumplir salvo hecatombe, con lo cual estoy a tu entera disposición. Tú dirás...

Yolanda dijo...

Un erudito sabe. Un pedante cree que sabe y además se esfuerza mucho por demostrartelo. Siempre he pensado que se es más valioso por lo que te callas que por lo que vas pregonando a voces. Y no me cambies, que a mí me encantas así y al que no le guste que no mire. Vamos, hombre.

Y síiiiii.... te quierooooo...ja,,ja. Besitos a miles.

Anónimo dijo...

Ay, que haría yo sin estas intravenosas egoalimentadoras tuyas... pero esta vez no hablaba de mi. Y en el fondo tú ya sabes de quien hablo.