martes, 21 de julio de 2009

¿Otra oportunidad?

Es una sensación extraña. Por un lado necesito estas vacaciones como agua de mayo: me irá muy bien olvidarme del trabajo, cortar con todo y con todos durante unos días, dormir más de cuatro horas diarias y volver a mi tan socorrido recurso del ejercicio físico para intentar recolocar todo lo descolocado. Por otro, me sabe mal desaparecer cuando parece que las aguas vuelven a su cauce. ¿O debería decir "empiezan a ir en su cauce"?. Y digo "parece" porque no sé si está pasando o si simplemente quiero que esté pasando. En cualquier caso, un poquito de perspectiva siempre viene bien para ver el poco criterio con el que he actuado, aunque al verlo se me quede cara de tonto. Tanto predicar sobre mi pretendidamente imprescindible autosuficiencia para ver que no la he utilizado cuando más necesaria era. Un poquito de autocrítica nunca viene mal. Y luego está la duda recurrente: ¿Otra oportunidad o no? ¿Vale la pena?. En el último mes he cambiado de idea unas doce veces. El recuerdo reciente de esta tarde inclina la balanza hacia el "sí", pero con tres purificantes semanas en medio...

¿Por qué hoy veo el vaso medio vacío? ¡Jo, cómo odio las fases depregéminis!
Sólo tres días...

1 comentario:

Yolanda dijo...

Estos cruces de caminos, las dudas, se mezclan con lo que vas a encontrar en estas tres semanas y lo que dejas atrás. Con la posibilidad del "si", la del "a lo mejor" o la del "paso de todo". Con lo que tu corazón dice que hay y lo que tu cabeza te discute. Pero nadie te va quitar ratos dulces como el de esta tarde. Mantenlo atado a la memoria.
Besitos, rey.