martes, 14 de julio de 2009

Desescombro

Vale, igual me he pasado con lo de "desescombro", pero el caso es que llevo dos días ordenando todos los trastos que he ido embutiendo en los armarios y esparciendo por las mesas del trastero y la biblioteca durante los dos últimos años, y estoy planteándome seriamente alquilar un bulldozer. Es una de mis manías de siempre: cuando hago algo, encuentro tareas complementarias que hago primero para que luego no me entre la pereza y se queden sin hacer. Me explico: la idea inicial era limpiar el piso. Simple, ¿no? Pues no, porque para limpiar primero pensé en ordenar la biblioteca. Limpiar un sitio desordenado es tontería. Ni luce ni na. Ueeeeeec. Error. Para ordenar la biblioteca necesitaba sitio donde guardar las cosas que tenía encima de la mesa, así que empecé a hacer sitio en un armario... Total, que me he liado y llevo dos días sacando cosas de armarios y volviéndolas a poner. Para que luego digan que el orden de los factores no altera el producto. Pues antes no cabía y ahora sí. Eso sí: llevo dos días y el resultado es que sólo he desescombrado mi habitación y el trastero. La biblioteca está a medias y la cocina parece un campo de minas. Espero acabar de ordenar mañana y empezar el jueves con la limpieza, que al fin y al cabo era el objetivo final de la operación. Dita sea, con lo bien que se está sin hacer sin nada. La próxima vez que tenga un ataque de hiperactividad me tumbaré hasta que se me pase...

4 comentarios:

Yolanda dijo...

Nada, nada, vista tu vena ordenadora y limpiadora, cuando acabes te vienes a mi casa, a ver si podemos colocarlo todo en plan Tetris y queda más aparente. Nunca te das cuenta de lo que vamos guardando hasta que llega el día en que te da la vena y te pones a recolocar. Incunables salen de los armarios, estanterías y cajones, con lo que empiezas a perder el tiempo de forma tonta mirándolo todo con cara de alucinado y pensando lo de "no es posible que yo tenga ésto todavía".

Pero mira, es un ejercicio como otro cualquiera. Favorece las dorsales, las lumbares y si me apuras, hasta las abdominales. Y se suda lo suyo. Eso sí, cuidado con quedarte sin fuerzas que esta limpieza tiene un fín en sí misma (no me disimules, que no cuela) y a ver si luego no vas a poder cumplir con lo que te has propuesto en la "Operación Aliciente, Día D, Hora H".

Besitos, rey.

Juanete dijo...

Mi regla de oro es: si nel último año no lo has utilizado es que no lo necesitas, tíralo o véndelo por ibei!. Se exceptúan los libros, los pocos cedeses y los gatos vivos con nombre de persona,... y desta forma mantengo mi universo ligero y facilmantenible.

Yo no te doy besos que luego dices que pincho!
Juanete,...

Anónimo dijo...

Como regla de oro me parece un pelín encorsetada. En el último año no he necesitado el tanga de leopardo, pero no por eso lo voy a tirar. Imagínate que tengo una necesidad no planificada. Luego vienen las prisas y con prisas las cosas no salen igual de bien... mmmm ¿Así que no hay besito?

Juanete dijo...

Precisamente lo que, alegremente, llamas encorsetado yo lo prefiero liberador,... pero no olvidemos que somos, autoexclúyome, consumidores cosoprófagos impulsivos de placebos.

No tengas miedo a tirar el tanga ya que el día que lo necesites no lo encontrarás!

Juanete,... no, no hay besito.